Te contamos algunos buenos motivos por los que consideramos que es una gran idea contar con un monitor de rendimiento en nuestra cosechadora.
Hoy queremos conocer un poco más sobre los monitores de rendimiento de cosecha y sobre su utilidad tanto si sois agricultores como si sois propietarios de cosechadoras.
1. Conocer la variabilidad de las parcelas
Todos los profesionales saben que no existen parcelas perfectamente homogéneas, cada rincón de ellas tiene sus propias características y sus propias necesidades. Un monitor de rendimiento nos permite conocer la producción (Kg/ha) en cada punto de nuestra explotación, cuánto produce y con qué condiciones de producto.
2. Facilitar la toma de decisiones
Se suele decir que “la información es poder” y en la actividad agrícola esta máxima también se cumple. Contar con un mapa de rendimiento de nuestra finca nos va a permitir tomar decisiones mejor documentadas y más ajustadas a la situación real de nuestra parcela.
3. Ahorrar costes
Para cualquier profesional este es seguramente uno de los motivos más importantes –puede que el más importante- para apostar por una nueva tecnología. Gracias a estos sistemas se puede reducir la inversión en insumos, especialmente en el caso del abonado. Recientes ensayos han logrado obtener ahorros de hasta un 18% en el volumen de abono en trigo en la provincia de Sevilla. Estos resultados se han obtenido utilizando mapas de prescripción creados a partir de la información recogida con monitores de rendimiento.
4. Diferenciarse de la competencia
Para los profesionales de la maquinaria agrícola, contar con un monitor de cosecha incorporado en su vehículo supone un “plus” para sus clientes y valor añadido frente a los servicios de la competencia.
5. Introducirnos en la agricultura de precisión
La utilización de un monitor de rendimiento puede suponer un primer paso para la incorporación de tecnologías de precisión en nuestra explotación. Se trata de dispositivos que una vez instalados funcionan de forma automatizada y no requieren de grandes conocimientos técnicos por parte del operador, pero que aportan una información de alto valor para la mejora de la producción y de la competitividad de la explotación.